Micropene (micropene)

Enfrentarse a un micropene puede plantear diversos retos y existen distintos enfoques de tratamiento, como las terapias hormonales durante la infancia o los procedimientos quirúrgicos (por ejemplo, el alargamiento del pene).

Esa es la truculenta definición oficial en algunos ámbitos de la medicina.

Pero, para decirlo sin rodeos

No existe un micropene definido científicamente, no hay acuerdo internacional sobre lo que constituye oficialmente un pene pequeño, uno describe el micropene como de siete centímetros de largo, el otro escribe nueve centímetros. Pero la inmensa mayoría de los médicos son probablemente lo bastante inteligentes como para no definir el micropene en términos de centímetros, porque en cuanto estableces una cifra y dices que todo lo que esté por debajo de ella se considera un pene pequeño y todo lo que esté por encima es normal, estás fijando una longitud en centímetros con la que todas las mujeres del mundo deberían estar contentas. Es una idea interesante.

Creemos que cualquier médico que siga dando a una paciente una medida en centímetros, ya sea siete o nueve, ignora por completo lo misógino que es y hasta qué punto niega por completo la sexualidad femenina. Es como si a una mujer la sacaran de un kit de bricolaje y la construyeran siempre igual por abajo.

Lo que es un pene demasiado pequeño en un caso individual no lo decide ningún catedrático de medicina ni ningún presidente de asociación, sino que lo que es demasiado pequeño en un caso individual lo decide si los dos miembros de la pareja -y las relaciones sexuales son una cuestión de pareja- están satisfechos con lo que hay o no.

Porque, ¿cuál es la consecuencia? ¿Acaso el profesor extremadamente seguro de sí mismo, que dice algo de siete centímetros, aconsejaría entonces a la paciente que pusiera fin a la relación de pareja y buscara una nueva pareja porque la antigua “se atreve” a no estar satisfecha con ocho centímetros porque probablemente lo percibe más como un minipene?

La medicina es a veces terriblemente conservadora en relación con la realidad normal de la población. Pero este tema, la sola palabra micropene y la arrogancia de querer determinar lo que una mujer debe y no debe hacer, ya no puede describirse con la sola palabra conservador en nuestra opinión.

¿Cómo lo hacemos, cómo decidimos si aceptamos o no a un paciente con micropene para un alargamiento quirúrgico del pene?

Adoptamos un enfoque pragmático: La naturaleza ha dispuesto de tal modo -porque quiere que la humanidad sobreviva- que la masa de hombres y mujeres encajen físicamente. Pero como en todo, incluidas las características físicas, hay valores atípicos que significan que algo no encaja.

Si tienes un enfoque tan pragmático, tienes que fijarte en cuál es realmente el valor medio. Entonces, ¿qué es realmente “pequeño”, es decir, al menos más pequeño que la media, y no sólo la idea de un médico eternamente de ayer? Y aquí seguimos ateniéndonos a la norma europea del preservativo, porque especifica en centímetros cuánto debe medir un preservativo. Y este valor no es casual, este valor se basa en la experiencia y por eso nos orientamos en este valor empírico.

Perdónanos el siguiente sarcasmo: si diez centímetros de pene fueran un tamaño normal, pero los preservativos tienen que medir al menos 16,5 centímetros, ¿dónde están todos los procedimientos ginecológicos que intentan sacar el preservativo de la mujer con unas pinzas porque se ha salido debido al exceso de tamaño? No tenemos constancia de que tales procedimientos se facturen a la compañía de seguros médicos.

Puedes obtener más información sobre este tema en la página«¿Es importante el tamaño del pene? Y puedes saber qué hacer si crees que el tamaño de tu pene es insuficiente en la opción de menú«Alargamiento del pene«.