Fertilidad
La fertilidad describe la capacidad física de un hombre para engendrar un hijo. Para que esto sea posible, su cuerpo debe producir un número suficiente de espermatozoides sanos y móviles que sean capaces de fecundar un óvulo femenino. Estos espermatozoides se producen en los testículos y se liberan a través de los conductos deferentes durante la eyaculación.
Una buena fertilidad depende de varios factores, entre ellos
- Recuento de espermatozoides: cuántos espermatozoides contiene el eyaculado (líquido seminal).
- Calidad del esperma: cómo están construidos los espermatozoides y si pueden moverse bien.
- Equilibrio hormonal: Ciertas hormonas, como la testosterona, controlan la producción de esperma.
- Salud testicular: Las enfermedades, lesiones o varicoceles (venas varicosas en los testículos) pueden perjudicar la fertilidad.
Si un hombre es incapaz de concebir, esto puede significar que no se produce ningún espermatozoide o que son insuficientes o no funcionales. En estos casos, puede ser difícil o imposible para una pareja concebir un hijo de forma natural. Un examen médico (por ejemplo, un espermiograma) puede proporcionar información sobre las posibles causas.
Este contenido es sólo para fines de información general y no constituye consejo médico, diagnóstico o recomendaciones de tratamiento. En ningún caso sustituye a un examen o tratamiento profesional realizado por un médico colegiado. Si tienes algún problema de salud o dudas, consulta siempre a un profesional médico, especialmente si tienes alguna pregunta sobre cirugía íntima o salud sexual.
