Estrés y potencia
El estrés y la potencia están estrechamente relacionados, ya que el estrés psicológico puede tener un impacto significativo en el rendimiento sexual de un hombre. La potencia es la capacidad de lograr y mantener una erección y tener relaciones sexuales satisfactorias.
¿Cómo afecta el estrés a la potencia?
- Las reacciones de estrés activan el sistema nervioso autónomo, en particular el sistema nervioso simpático, que pone al organismo en estado de alerta (modo de lucha o huida).
- Esto aumenta las funciones físicas, como los latidos del corazón, la presión sanguínea y la tensión muscular, pero se restringe el flujo sanguíneo en los cuerpos cavernosos.
- El estrés inhibe la liberación de hormonas sexuales como la testosterona, lo que también puede perjudicar la libido y la función eréctil.
- Al mismo tiempo, aumenta la producción de hormonas del estrés, como el cortisol, que puede tener efectos negativos a largo plazo sobre el equilibrio hormonal y la salud sexual.
Consecuencias típicas del estrés crónico:
- Dificultad para lograr o mantener una erección
- Disminución del deseo sexual (pérdida de libido)
- Eyaculación retardada o precoz
- Aumento de la tensión mental antes del coito (“presión para rendir”)
Notas importantes:
- Los problemas de potencia relacionados con el estrés son muy frecuentes y, en la mayoría de los casos, fácilmente tratables.
- Una combinación de control del estrés, actividad física, posiblemente apoyo psicológico y tratamiento médico específico puede ayudar a mejorar de forma sostenible la potencia.
Nota y descargo de responsabilidad
Este contenido es sólo para fines de información general y no constituye consejo médico, diagnóstico o recomendaciones de tratamiento. En ningún caso sustituye a un examen o tratamiento profesional realizado por un médico colegiado. Si tienes algún problema de salud o dudas, consulta siempre a un profesional médico, especialmente si tienes alguna pregunta sobre cirugía íntima o salud sexual.
